Robo de esculturas a punta de revólver


Autor: F.J. Terrero

Fecha publicación: 18/03/2023

Certamen: II Certamen

Resumen

Lidia es una escultora sin dinero que decide ingresar a una organización de ladrones de arte, pero al el futuro que le espera como ladrona de arte decide acabar con todo.

No le busques el sentido, no lo tiene.

Relato

“Robo de esculturas a punta de revólver”

7 de Diciembre de 2015 23:18

Frío, penumbra y soledad asolaban el parque infantil más desesperanzador de Madrid, Lidia saltó la valla de medio metro que cercaba a los coloridos columpios. Se acercó con paso firme al tobogán amarillo que se situaba en la esquina derecha, se agachó para coger una bolsa escondida detrás del resbaladero y se la guardó en el expansivo bolsillo interior izquierdo de la gabardina que llevaba puesta a duras penas por las prisas y el nerviosismo.

Antes de volver a saltar el cercado, Lidia divisó una pequeña esfera colorida oculta entre la arena, era una canica rosa con un círculo opaco negro en el centro, jugueteó con ella unos segundos y cerró la mano, donde permaneció la canica fría al tacto.

Entró al estudio, encendió las llaves y dejó las llaves y la bolsa en la encimera de la entrada.
Se quitó la gabardina y se sentó frente a la escultura que estaba empezando, su idea era hacer el rostro de una mujer.

Al cabo de unas horas, Lidia entró al cuarto de baño a lavarse la cara con agua fría para que no la consumiera el sueño. Al salir, su estudio era completamente distinto, la escultura que estaba haciendo estaba perfectamente terminada junto a otras cuatro esculturas del mismo estilo y cientos de cuadros célebres que reconocía a la perfección estaban repartidos por toda la sala.

一 Felicidades Lidia, lo has conseguido, salimos hasta en las noticias 一 le dijo una mujer de porte elegante y serio que tenía un ojo de cristal muy similar a la canica que acababa de recoger del parque.

Lidia no entendió nada hasta que se centró en lo que decía la presentadora del informativo por la tele. “ Ayer por la noche, todas las obras de arte del MoMA fueron robadas por una banda criminal, en su lugar dejaron un cuadro de la silueta de una mujer hecho con sangre humana.”

Lidia no se lo podía creer, ella no podía haber robado todos los cuadros que estaban frente a ella, no pudo, no podía cargar con la culpa. Sacó un revólver de la bolsa que había recogido en el parque y se encerró en el cuarto de baño.

Al pegarse un tiro en la sien, la sangre que había salido disparada y el espejo había quedado completamente manchado, los restos de sangre formaron una silueta de mujer exacta a la que los ladrones habían dejado en el museo.