
Resumen
Santi quiere ver mundo porque nunca ha salido de su pueblo. Cuando consigue ahorrar dinero suficiente para viajar se da cuenta de que echa de menos su casa y las personas de su entorno.
Relato
Érase la historia de un joven llamado Santi que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Santi era un soñador y siempre había querido dejar su pueblo para viajar por el mundo. Sin embargo, debido a su falta de recursos económicos, nunca había podido realizar su sueño.
Un día, Santi decidió que ya no podía seguir esperando y que debía encontrar una manera de viajar. Así que comenzó a trabajar en una mina cercana para juntar el dinero suficiente para su viaje. Trabajaba duro todos los días, desde el amanecer hasta el anochecer, y al fin logró juntar el dinero necesario.
Con su dinero recién ganado, Santi compró un billete de tren y se dirigió a la estación. Mientras esperaba el tren, Santi no podía dejar de pensar en todas las aventuras y los lugares maravillosos que visitaría. Sin embargo, también sentía una gran tristeza al dejar atrás a su familia y amigos.
Finalmente, el tren llegó y Santi subió a bordo. Comenzó su viaje por el mundo y visitó muchos lugares maravillosos. Conoció a nuevas personas y vivió muchas aventuras emocionantes. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Santi se dio cuenta de que su viaje no era tan maravilloso como había esperado. A menudo se sentía solo y extrañaba a su familia y amigos.
Finalmente, Santi decidió regresar a su pueblo. Cuando llegó, sus familiares y amigos lo recibieron con los brazos abiertos. Santi se dio cuenta de que el verdadero tesoro de la vida no está en los lugares lejanos, sino en las personas que uno ama.
A partir de ese día, Santi decidió que nunca más se alejaría de su pueblo y que dedicaría el resto de su vida a cuidar de su familia y amigos. Pasó los días recordando sus aventuras y viajes, pero nunca se arrepintió de haber regresado a su hogar.
Todas sus aventuras y desventuras quedaron en su memoria, en otro tiempo, en otro lugar.