El valor


Autor: Xavibatteman

Fecha publicación: 05/02/2023

Certamen: II Certamen

Resumen

Una percepción de amor engañoso

Relato

Valor

Es su mejor cualidad, su valor; creo que por eso la elegí a ella. Es normal enamorarse de una mujer fuerte, con autonomía y ella lo trasmitía con tanta naturalidad en cualquier gesto cotidiano que era imposible resistirse.
El simple hecho de que quisiera dormir con la ventana abierta demostraba su seguridad y libertad personal. Cada noche me embelesaba mirando como consumía lentamente el cigarrillo rubio apoyando sus codos en el alfeizar de la ventana de la habitación. Miraba a través de ella como si ese marco limitase la paz y seguridad de su casa con el mundo que la esperaba y en el que ella iba a dejar huella al amanecer.
La dejaba abierta para dormir, que pudiera entrar la suave brisa de la no tan lejana playa, después con su vieja camiseta de Ramones como única compañía se acostaba.
En la madrugada yo aprovecho las horas antes de que se despierte para observarla tendido junto a ella, supongo que no quiero despertarla por la admiración que siento hacia su persona. Su lacio pelo castaño baila sobre la piel de su espalda a cada soplo ligero de aire que entra por la ventana. Yo sin mover músculo alguno me envuelvo del olor de su piel y pienso en la suerte que he tenido al dar con ella.

Como es costumbre yo continuo el día antes que ella. Me gusta hacerle una foto durmiendo, es mi secreto, el disparo de la cámara del móvil es des de la puerta entornada para que si se me olvida quitar el flash no le dé un sobresalto.
Ella tampoco sabe que me encanta pasear cada mañana desnudo por el salón y por la cocina , no me gustaría que pensara que tengo algún tipo de desviación sexual aunque hoy día ya no debería de verse de tal forma.
Mi última dedicación antes de que se levante es cambiarle de sitio algo del salón o de la cocina. Me encantan sus reacciones, unas veces se exaspera y grita, otras veces se extraña, incluso otras veces se piensa que es ella misma y se recrimina el haber cambiado la sal por el azúcar; yo río a una distancia prudencial jaja.

Lo tengo decidido, la próxima vez habré reunido todo el VALOR necesario para no entrar por la ventana. Lo haré bien, llamaré a su puerta, peinado, limpio y con un ramo de rosas bien rojas. Le diré mi nombre y que yo era el duende que la acompañaba cada madrugada. Sé a ciencia cierta que me dejará entrar, estoy seguro de que querrá hacerlo y debe hacerlo al fin y al cabo lo sé todo de ella, soy la persona indicada; ¡no hay más que hablar!, bueno tampoco es que ella tenga otra opción.
Primero, he de llegar pronto a la penitenciaría si no llego a mi hora es bien seguro que esos estúpidos psiquiatras a los que tan bien sé manejar no me darán más permisos nocturnos por buena conducta.