El Experimento de la Pasion


Autor: Louis Casanova

Fecha publicación: 04/03/2023

Certamen: II Certamen

Resumen

Un joven inicia unas aventuras pasionales con personas peculiares para así encontrar el amor, pero esto le dará una gran lección en su vida personal y amorosa.

Relato

El Experimento de la Pasión

Anthony Lugo, joven adulto de 21 años, se preparaba para subirse al metro subterráneo de la ciudad de Caracas, la gente lo empujaba de izquierda a derecha en su prisa por pasar, tras un mes en dicha ciudad aún no se acostumbraba a la hora pico. Luego de un largo recorrido en el metro llego a su destino, el gimnasio Physical Fit.
Eran principios de la tarde y Anthony estaba entrenando en el gimnasio en el cual se había inscrito hace pocos días, luego de la decepción de Camila, Anthony se propuso acondicionarse más tanto física como mentalmente, su entrenador, Henry Larez, era un profesional de la materia y se llevaban muy bien en las rutinas de ejercicio. Ese día Henry le presentó a Anthony una de sus alumnas que estuvo ausente unos días debido a un viaje de negocios, su nombre era Karina.
- Anthony, ella es Karina, él es Anthony – dijo Henry señalándolos a ambos.
- Hola, un placer, Anthony Lugo – respondió Anthony.
- Igualmente, Karina Torres, pero puedes decirme Kari – agregó Karina estrechando la mano de Anthony y mirándolo sonrientemente.
Anthony en dicho momento sintió un rara sensación de atracción por Karina, esta era una mujer alta, de piel blanca, ojos verdes claros, y un cuerpo muy bien definido, se notaba que era mucho mayor que él, de unos treinta años aproximadamente, estaba deleitado por la vista con esta señorita. Habían ambos terminado la rutina impuesta por Henry el entrenador, saliendo del gimnasio, Anthony caminaba por la calle dirigiéndose a la estación del metro, cuando escucho un llamado que provenía de un auto modelo Renault Captur que se había detenido cerca de él.
- ¡Hey!, ¿A dónde vas? – dijo Karina desde su auto cerca de Anthony.
- A mi casa – respondió Anthony.
- Y, ¿Dónde vives tú? – preguntó Karina.
- Vivo en la avenida principal de Caurimare – respondió Anthony.
- Ah, bueno, vente, yo te llevo – agregó Karina en tono simpático.
- Bueno, está bien, gracias – dijo Anthony mientras rodeaba el auto de Karina hasta subirse en él.
El recorrido se hizo ameno, ya que ambos conversaban muy cordialmente, Anthony estaba contento de que esta chica quien le llamaba mucho la atención, resultara ser alguien agradable e interesada en socializar con él. Al llegar al edificio donde Anthony vivía, este procedió a despedirse.
- Muchas gracias por traerme – dijo Anthony mientras se despedía estrechando la mano de Karina.
- A la orden papito – agregó Karina de forma grata.
- Mira, dame tu numero – dijo Anthony sacando tu teléfono.
- Si, este es… - agregó Karina diciendo el número que Anthony debía anotar.
- Gracias, te mandaré un mensaje para que guardes el mío, adiós, gracias – dijo Anthony mientras se bajaba.
- Adiós rey – dijo finalmente Karina.
En horas de la noche cuando Anthony estaba terminando de bañarse, tomó su teléfono y se dispuso a mandarle unos mensajes a Karina.
- Buenas noches bella, ¿estas ocupada?
Pasaron unos segundos, luego Karina respondió.
- Hola rey, recién termine de cenar, estoy arreglando las cosas
- Ah ok, te escribía para preguntarte si estarás ocupada todo el fin de semana.
- Eh, bueno si rey, yo tengo un negocio de venta de comida rápida, siempre trabajo desde las doce del mediodía, luego descanso y en la tarde trabajo otra vez, siempre estoy ocupada.
- Entiendo, es que iba a trotar en el Ávila este fin de semana y me hubiese gustado invitarte, pero si no puedes tranquila.
Luego de unos segundos de haber mandado ese mensaje, Anthony recibió un texto de Karina que le hizo erizar el vello de su cuerpo y palpitar su corazón.
- Quiero que me comas la vagina.
- ¡Caramba!, eres bien atrevida.
- Si, normal, para que andar con rodeos, hoy cuando te lleve hasta tu casa te lo iba a decir, pero sentí un poco de pena.
- Aja…
- ¿Qué?, ¿no quieres?, bueno si no quieres perdón por ser tan atrevida, disculpa.
- No he dicho que no quiero, solo que, ¿Dónde? Y ¿Cuándo?
- Bueno, puede ser en un rato, o puede ser mañana, tal vez, aquí en mi auto.
- Me gusta la idea, mañana entonces, tú me avisas.
- Ok, quedamos así.
Anthony puso su teléfono en descanso y se fue a alistarse para dormir, su mente no dejaba de pensar en Karina, y en lo que lo quería hacer con ella al momento de encontrarse.
Al día siguiente en horas de la tarde Anthony recibió el mensaje que tanto esperaba, el mensaje de Karina.
- Hola, ¿estas ocupado?
- No, recién termino de bañarme
- Ok, ¿entonces voy a buscarte?
- Si, te espero
- Ok
Anthony estaba sentado en la sala esperando por Karina, recibió un mensaje en su teléfono y era este diciéndole estar ya esperando por él. Anthony salió rápidamente y se adentró en el auto Renault de Karina.
- Entonces, ¿Cómo estás? – dijo Karina en tono simpático.
- Bien, mejor ahora – respondió Anthony alegremente.
Karina puso su auto en marcha, mientras Anthony la miraba con ojos de deseo, luego se dispuso a conversar con ella.
- Y, tú, eres soltera ¿cierto? – preguntó Anthony con curiosidad
- Así es, desde hace más o menos un año – respondió Karina – ¿y tú?
- También, aunque desde hace mucho más tiempo que tu – agregó Anthony.
- Y eso, ¿Por qué? – preguntó Karina con curiosidad.
- Bueno, no he encontrado a alguien que me enamore, ya sabes – respondió firmemente Anthony.
- Lindo y selectivo, interesante chico– dijo Karina mirando a Anthony con ojos de deseo.
Luego de encontrar un sitio adecuado donde estacionar el vehículo, Karina tomo la mano de Anthony y la puso encima de su vagina y empezó a moverla para que este la sintiera, Anthony la miraba sonriendo mientras deslizaba la mano por la zona intima de la esbelta mujer, a continuación, Karina ubico su asiento en posición recta para estar acostada mientras se bajaba los pantalones hasta las rodillas, Anthony miraba la entrepierna de esta deseoso de penetrarla, al momento de Karina ubicarse, él procedió a encimarse sobre ella llenándola por dentro completamente. Karina gemía de placer mientras acariciaba el cabello de Anthony, este disfrutaba el momento, sentirse dentro de aquella mujer le generaba un placer que le provocaba no querer terminar, entonces ambos gritaron de satisfacción mientras Anthony sentía como alcanzaba el clímax lleno de placer, acto seguido se recostó de nuevo en su asiento tomando aire igual que Karina.
- Tenía miedo de decepcionarte – dijo Anthony mientras terminaba de limpiarse con sus manos.
- No, estuvo muy bien – agregó Karina muy contenta.
Karina procedió a dejar a Anthony en su casa, ambos se despidieron muy cordialmente.
- Hasta la próxima – dijo Karina guiñando un ojo.
- Seguro que si – dijo Anthony sonriendo.
Anthony subió a su cuarto y se dispuso a ponerse cómodo, pensado en todo lo sucedido con Karina, su rostro no paro de dibujar sonrisas durante toda la noche.
Al pasar varios días, Anthony y Karina ya no se veían frecuentemente en el gimnasio, Karina iba ciertos días a la semana, y de alguna forma siempre buscaba evadir a Anthony, este se sintió una fuerte rabia por ello, si había complacido a esta señorita y había recibido un comentario alegando que se repetiría aquel momento, no entendía el porqué de la actitud evasiva de esta. Anthony empezó a sentir un ego incomodo en Karina con una personalidad narcisista, está ya no le respondía los mensajes, y otro punto que le hacía sentir peor aún es que Karina no le dejo claro una razón para apartarse, aunque en el fondo, Anthony ya la sabia.
Una tarde luego de salir del trabajo, Anthony no fue al gimnasio sino que se dirigió a Parque Nacional el Ávila, siempre iba a ese lugar cuando quería meditar. Al llegar al Ávila, se sentó en la grama y pensó en todo lo sucedido, comparándolo con una estrella fugaz, muy placentero, hermoso, pero solo duro un momento, no quiso que fuera así, se preguntaba por qué existen esas personas que se toman la intimidad sexual tan a la ligera, se preguntaba por qué él se involucraba sentimentalmente con esos momentos a los que en el fondo sabía que solo eran cuestiones de poco tiempo, su mente estuvo muy inquieta y atormentada por un rato, al momento de por fin conseguir relajarse, se marchó.
El día a día de Anthony se tornó rutinario, había decidido enfocarse en su trabajo debido a estas experiencias vividas con aquellas personas, en especial Karina, la chica del Renault Captur, la única satisfacción que le quedaba de ello, era haber experimentado fuertes momentos de pasión con personas por las que se sintió fuertemente atraído, pero tenía el mal recuerdo de que solo habían sido eso, solo momentos que le dejaron un gran aprendizaje para escoger con quien iba a vincularse a la hora de recibir propuestas de tentadoras pasiones.